viernes, 12 de diciembre de 2008

La constitución de... ¡nadie!


Es curioso como en el imaginario popular el día 6 de Diciembre, a parte de la consiguiente búsqueda del "puente de vacaciones" de turno según las fechas en las que caiga, muchos se sienten identificados por una ley, la auténtica "ley de leyes" de nuestro ordenamiento jurídico, que muchos votaron positivamente en esa efeméride en el año 1978, pero que otros muchos siquiera votaron. Hoy, lamentablemente, se mantiene ese sentimiento de positivismo con un texto ridículo, ensimismado en el buenismo acogotador que desde esa fecha ha dominado lamentablemente los poderes políticos, cegando al pueblo de una verdadera alternativa para su desarrollo, para su propio bien.


Utilizada una y mil veces como justificante de barbaridades de toda índole, la constitución española de 1978 representa, sin ninguna duda, la impronta más visible de la cortedad de miras de la pseudo-democracia(en muchísimos casos más bien plutocracia en toda regla), de sus equivocaciones y de cómo logra, con sus armas, cercenar cualquier forma que ataque su base, que no es otra que el poder para los de siempre, el sillonazo y el mantenimiento de un pueblo servil que tan sólo se dedique a mantener el teatro, que no piense, que no haga más que depositar un papel en una urna cada X años, ellos ya se encargarán de encauzar para qué lado irá. De esta manera, bajo una imagen de pseuda-libertad fundamentada en una acción de fácil manipulación(el llamado "período electoral" no es más que la campaña publicitaria de turno para captar mentes fácilmente influenciables por ese tipo de anuncios, es más, llevan viviendo en esa forma de vida desde que nacieron, liberalismo de una u otra forma), se vertebra la puñalada a los ciudadanos, bajo falsas premisas de progreso y autocomplacencia por "tener el poder".


Ese mismo poder que se vertebra en la propia constitución, como decimos, la piedra filosofal de la democracia española, en el mismo Artículo 2 "2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.", la segunda mentira a ese mismo pueblo que supuestamente defiende. La primera está en el mismo primer Artículo:"Artículo 1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político." Estas barbaridades, o mejor, estas tristes falacias, que se pasan por la piedra de los leones del congreso cada vez que la nombran, o que el pueblo sufre, es lo que votaron positivamente el 87% de los que votaron(hubo un 33% de abstención, 1 de cada 3 españoles).


Es el ejemplo de la mentira en la que vivimos. El ejemplo del desastre de la transición española, y su puñalada para el bien de la nación. Es el símbolo primero del aprovechamiento de los poderosos de las condiciones de aquél tiempo: para salir del triste periodo dominado por militares sin escrúpulos ni condición política, hay que intentar "lo menos malo". Y por eso cada español y cada española se tuvieron que callar con la monarquía, con el estado judicial, con el poder por encima de cualquiera, por esta oligarquía del dinero que se secunda en los más tristes pilares del liberalismo: mentira, traición y aprovechamiento social y económico. Felicidades a todos por estos 30 años de esclavitud liberal, monarquía y falacia. Eso es lo que se votó el 6 de Noviembre de 1978.

1 comentario:

Lupta NS dijo...

Hehehe,
Es una provocación! No hay "bolchevismo nacional". Es una contradicción en términos.