lunes, 29 de septiembre de 2008

sábado, 20 de septiembre de 2008

4. RAZA, SOCIEDAD Y CULTURA

Las cuestiones de raza, sociedad y cultura y el movimiento Nacionalbolchevique.


El Nacionalbolchevismo tiene como raíz la defensa de un movimiento nacional europeísta, una defensa de los pueblos que tienen un pasado común, para que la unión de ellos se convierta en un futuro integrador y próspero. Y la más ancestral de las formas de nacionalismo, de tomar conciencia de pueblo, es sin duda la raza, que esconde no sólo la tradición y la herencia, sino la propia personalidad de ese mismo pueblo. Al contrario que el neoliberalismo cínico y los diversos movimientos pseudo-progresistas, creemos que las razas tienen entre sí unas diferencias importantes, y por lo tanto si buscamos un movimiento que una nuestro pasado, nuestra nación histórica, también buscamos nuestra herencia racial, el punto principal que evalúa no sólo esas diferencias sino nuestro desarrollo y nuestro futuro. Es por eso que la preservación y búsqueda de nuestra nación histórica tiene que repercutir sin ambages en la importancia capital de nuestra propia raza.

Como pasado común, el pueblo europeo descansa en unas raíces conjuntas e irreductibles, que tan solo la mezcolanza interesada y equivocada han pretendido truncar. La base indoeuropea debe permanecer como testigo de un punto de partida conjunto, un punto de partida compartido. Por eso, la unión de todos los pueblos de origen semejante, de una Europa firme es un punto básico en nuestra ideología, así como en la propia idea que la articula, la raza. A partir de ahí surgen las culturalidades propias, el costumbrismo adaptado al espacio, y al tiempo. Y la tarea de integrarlo todo sin olvidar las formas, pero teniendo en cuenta que la base común mayoritaria es el centro del que partir. Por eso la sociedad rica creada en cuanto a matices, experiencias e historia sería sin duda el objetivo: un pilar común en el que desarrollar todo un inmenso abanico de diferencias que se integran, como creador de progreso y civilización, devolviendo a Europa el lugar que merece con respecto a su pasado.

La importancia de la evolución europea, auténtico motor del mundo, que se ha visto en los últimos tiempos atacada por las injerencias del exterior, obsesionado en trocear y dividir lo que por derecho y herencia es de base común, se debe basar en los puntos de tradición más básicos, nuestra raza común, y las culturas que han surgido de ella, respetandose por igual. Los falsos y equivocados misticismos, que desde hace mucho han pretendido atomizar el sentimiento de unión, como el sionismo más descarnado y extranjero a nuestras patrias, el islamismo terrorista y muchos ultras del cristianismo más aprovechado(sobretodo católico), más pendientes del materialismo que unir con su poder lo que realmente debía ser unido, llevando a luchas intestinas entre hermanos, serán para nosotros restos del ayer, equivocados y enemigos de una causa común. El respeto por la cultura, religión y tradiciones propias de cada lugar no exime de que el objetivo único, el de un estado fuerte, único y justo, es el verdadero punto invariable de nuestro planteamiento. Los intentos individualistas aprovechados de destruir una unión heredada serán sin duda despreciados y contenidos sin rubor.

Mediante esta unión racial, la riqueza cultural y social queda absolutamente asegurada. Europa, como cuna central de la vida en el progreso tanto técnico como humano, tanto físico como ideológico necesita de la máxima unión para prevalecer, para recuperar ese espíritu de invencibilidad y superación que la ha hecho la base de la civilización humana. En contraste con la sociedad decadente de la actualidad, donde el progreso está limitado por causas materialistas, construir una Europa desde Lisboa a Vladivostok libre de yugos extranjeros, donde un Estado integrado y total cumpla de manera justa y eficaz, aportando el marco donde desarrollar de la mejor manera posible ese mismo progreso nuestro, del pueblo para el pueblo. Donde las variables culturales de nuestra raza sean observadas, respetadas e integradas para un bien común. Donde la libertad social, de cultos y tradiciones no se yuxtaponga a equivocados enfrentamientos, sino en una unión más rica en recursos y en posibilidades. Para el progreso útil para todos, para la mejora de la propia civilización en un marco común, hacia un objetivo común y compartido por todos los pueblos europeos.

Idea original de Alex

martes, 16 de septiembre de 2008

3. ECONOMIA

La ECONOMÍA y el movimiento Nacionalbolchevique.


Los procesos económicos se han convertido en la base de la sociedad moderna. Mientras en otros momentos de la historia eran otras resortes los que movían el mundo, hoy por hoy es la economía la base del neoliberalismo que oprime al pueblo, definiendo por sí misma las políticas sociales e incluso culturales de la sociedad. Su importancia se fundamenta en su control por parte de los poderosos, que la han utilizado para dominar a su antojo los medios de subsistencia del pueblo, comerciando con su esfuerzo, comerciando con la capacidad de crear valor y bienes y lucrarse por el camino. En el neoliberalismo, esa misma creación de trabajo y bienes hace que el materialismo se extienda frontalmente entre los trabajadores, creando diferenciaciones entre ellos, lo que ha llevado a la diferenciación de clases, que se basa en la capacidad económica de la que son propietarios, para dividirlos, así como de la principal importancia de la propiedad de los medios de producción, indispensables para conseguir los bienes, servicios y productos que necesita una sociedad para su propia subsistencia, dotando a sus propietarios del poder económico.

Mediante esa diferenciación, los opresores han logrado estipular todo un sistema derivado que logre mantener su despotismo: mientras controlan esos medios productivos para su propio provecho y no para el común bien de la ciudadanía, se ha creado un mundo de normas tanto legales como sociales, que ha llegado a la mente del ciudadano, que lamentablemente ha asimilado su condición de trabajo ajeno, de que comercialicen con su esfuerzo. Además, se añade la corrupción de los ideales de manera mercantil, que nubla las políticas y las integra dentro de la des-ideologización opresora del neoliberalismo, creando un todo social, político y económico que se asienta en el principio de la propiedad privada de los medios de producción, de la mercantilización de los bienes y servicios que el pueblo necesita, en favor de unos pocos: la individualización materialista. El Nacionalbolchevismo precisamente ataca el organigrama por su misma base: los medios de producción deben ser un bien público, un bien del Estado, de todos. Solo así se acabará con el aprovechamiento materialista del trabajo, y con la diferenciación de clases equivocada. Sólo así se conseguirá que el pueblo tenga lo que necesita de manera justa, sin opresión.

Por lo tanto, la propiedad privada sólo se mantendrá en el seno individual. La producción tanto de bienes como de servicios, así como las bases productoras serán propiedad del pueblo, para el bien general del pueblo. En la actualidad, el poder económico y productivo se centra en las necesidades que más y mejor beneficien al propietario de los medios de producción, con lo que el pueblo no logra mantener sus necesidades reales. La producción pública beneficiará el intercambio de lo realmente necesario para la sociedad, para su conjunto y para su desarrollo y progreso, sin enmarcarse en teorías materialistas sobre beneficios personalistas. Los trabajadores formarán, como el conjunto de la población, parte de aquello que se esfuerzan con su trabajo a crear, y serán también en consecuencia parte de la propiedad de todo ello. Se beneficiará con ello la eficiencia del trabajo, de la integración de las aptitudes de la mejor manera a los procesos, de forma que los estilos productivos sean lo más perfectos posibles, volviendo a la esencia de un trabajador que realmente crea para sí mismo. Por lo tanto, se busca lograr una sociedad económica en donde el bien común se anteponga al beneficio privado, y las necesidades de las mayorías a la búsqueda de mayores réditos personales.

La importancia de la nacionalización de la banca, que impida que entes privados puedan manipular con intereses desmedidos el desarrollo de la sociedad, y permitir un correcto desarrollo y progreso monetario es capital. Junto con la nacionalización de los medios productivos, recuperará la independencia de la política y la sociedad de la economía, devolviendo el positivo equilibro de fuerzas para el pueblo, con un gobierno que gobierna para él, una sociedad que crece con él y una economía que crea para él. El individualismo materialista del capital será erradicado, el aprovechamiento ajeno mediante réditos igualmente será suprimido. Se acabará con el círculo vicioso que hoy gobierna en el liberalismo, donde los propietarios de los medios de producción se aprovechan de ello para sacar réditos económicos, sea aprovechándose del valor extra que no retribuyen a los trabajadores o de los alquileres de esos medios, acabando con ese erróneo principio Smithtiano de la acumulación de capital como motor de la economía. La economía tiene que proveer al pueblo de sus necesidades, no ser la forma de algunos de lograr lucrarse aprovechándose de lo ajeno.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

1. EL ESTADO

El ESTADO y el movimiento Nacionalbolchevique.


La constitución de un estado fuerte, total y que integre y articule casi todas las características de la sociedad es uno de los principales puntos del nacionalbolchevismo. La dictadura de los valores individuales, en los que prima el sentimiento de competición y de desigualdad, propios del liberalismo han demostrado sobradamente que han fracasado, y que son erróneos. Sólo una estructura pública, esto es, propiedad de todos, puede garantizar una mayor objetividad y un mejor nivel de vida para el conjunto de la mayoría, lo que está obligado a defender. La falsa idea de estado del neoliberalismo, que tan sólo se utiliza para regular los fallos de su sistema económico o hacerlo viable, no debe equivocar la virtuosa concepción de lo que realmente debe ser un ente que domine y otorgue una estructura justa y legal que acabe con la dictadura de los valores individuales, integrando al individuo en una sociedad superior a él, que le protege y que le dota de los derechos y deberes que necesita para salir adelante, sin necesidad de ser explotado, aunando esfuerzos con otros individuos por el bien común.

La superación de la sociedad se consigue mediante el progreso, y ese progreso es el fruto de los esfuerzos unidos en pos de mejorar. Y el encargado de integrar todo eso no pueden ser organizaciones privadas, siempre al acecho de su bien particular, sino una organización pública, de todos y para todos, que ayude a crear un marco legal, unas normas globales que afecten a todos y cada uno de los individuos de manera igualitaria, sin fisuras. Por lo tanto, el bien público, el de la mayoría, será el impulso inamovible que gobernará el destino del pueblo, por encima de las actuales intrigas individuales. Sólo así se consigue un mundo en el que la libertad de acción es realmente igual para todos, con un conjunto de normas que estipulen los trazos principales de acción política y social. La individualidad interesada no tiene cabida en este sistema, y sólo será observada en los casos en los que no se contravenga el bien público, el bien de la mayoría.

Para el correcto funcionamiento de este sistema, es absolutamente primordial olvidar los intereses propios pretendiendo integrar en un bien común. Por ello se debe observar con la mayor pulcritud el buen funcionamiento y desarrollo de todos los elementos que integren el estado, sustituyendo los corruptos y los desviados, y manteniendo una retroalimentación constante de aquellos que puedan aportar con sus aptitudes algo más positivo al mismo. De esta manera se logra una institución preparada para dar el máximo, que acabe con la burocratización y la ineficacia, y premie el desarrollo eficiente de su tarea gubernamental, absolutamente primordial para el desarrollo de la sociedad. Los métodos deben ser ilimitados, para favorecer ese correcto funcionamiento y con ello el consecuente beneficio en forma de estado eficaz y dinámico que logra llegar a la totalidad de las necesidades de su pueblo de una manera correcta y ordenada.

Con ésto no se pretende olvidar las diversas características de cada uno de los elementos de la sociedad, sino integrarlos en una corriente que cree las mejores prestaciones para el conjunto de la sociedad. El Estado, lo que Thiriart denomina "imperium" no está reñido con el "dominium", que no es más que el desarrollo personal, físico y mental del individuo en particular. Simplemente no puede permitirse una entrada de lo segundo contra el primero, ya que el primero significa todas aquellas formas racionales de mejora de vida de la mayoría. Por eso, la correcta integración de esa vida en algo más amplio e importante es la principal característica de la totalidad del estado, un estado soberano, útil y que es simplemente el ejemplo y la llave, y a la vez el guardían y el juez, de que se completa socialmente una mejora para todos, desinteresada individualmente para conseguir que la mayoría por fin pueda tener la plenitud que por su fuerza merece.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

2.- REVOLUCIÓN

REVOLUCION y el movimiento NacionalBolchevique


Uno de los puntos innegociables del nacionalbolchevismo es el tema revolucionario, que no sólo forma parte de la política del movimiento, sino de la propia concepción del mismo, de su propia creación. Entendiendo revolución como una transformación social, el movimiento nacionalbolchevique surge como una nueva visión del modelo de Sociedad moderna, una visión que choca con la existente y que por lo tanto toma un sentido imborrablemente revolucionario de sustitución, de transformación del conjunto social.

El enfrentamiento, en una Revolución, entre los resortes que gobiernan una sociedad y los miembros oprimidos por ello es inevitable. En la sociedad actual, el pueblo, gobernado bajo el pretexto de una falsa libertad y una equivocada moral que esconde un aprovechamiento económico particularizado e individual y silenciado por sus manipuladoras y opresoras armas ha perdido no sólo el poder de autodecisión, sino el poder de pensar de manera libre y autónoma. Por ello, es necesario que sea liberado de las cadenas invisibles que representan el estilo de vida idealizado y falso del liberalismo económico, estipulado en un tipo de sociedad consumista que basa sus decisiones y sus diferenciaciones en el valor económico, en el aprovechamiento de las capacidades ajenas para el beneficio de unos pocos.

Atribulado, confuso, el pueblo europeo se dejó convencer, tras una espantosa Guerra en la que murieron decenas de millones de personas y muchos otros perdieron todo lo que tenían, de que el futuro era reformar lo equivocado, sin necesidad de retocar la base de la Sociedad. El estado del bienestar, el neoliberalismo keynesiano, prometía mejoras económicas particulares a cambio de los ideales, a cambio de la capacidad del pueblo de decidir su camino, dentro o fuera de un sistema económico agresivo que había fracasado, y que ahora pretendía cínicamente mantener su base despiadada con una imagen de libertad, mejora y confort, magistralmente descrita por Niekisch en su texto “Americanismo y conformismo”.

Lamentablemente, la base estaba dispuesta, sólo hacía falta la conversión y des-ideologización del pueblo, mediante un sistema de pseudo-democracia con partidos afines que sólo teorizasen con medidas ineficaces e insuficientes en cuanto al pueblo, que mantenía con su trabajo el yugo parasitario del gran capital. El pueblo hizo propio el falso imaginario de la democracia y la libertad, que enmascara ciegamente la dictadura de unos pocos poderosos sobre la mayoría, y olvidó que la auténtica lucha por su libertad y por la justicia estaba alejada del sistema económico que premia a los que más tienen y que niega los recursos a aquellos que deberían ser sus legítimos propietarios.

La degeneración de los ideales, el grave agujero creado en la conciencia del pueblo por las armas promocionales y propagandísticas del capital han logrado casi extinguir la natural lucha del pueblo por su libertad y por una sociedad justa, por la sustitución de una sociedad agraviante y asfixiante para él. Casi logra extinguir el deseo de la necesaria revolución que cambie su actual situación de vencido ante los vencedores capitalistas. Por eso es necesario recordar al pueblo no sólo su situación, sino que tiene, como siempre ha tenido, capacidad para cambiarla, con su lucha y con su esfuerzo. Para ello necesita lo que Jean Thiriart conoce como “inercia mental”, el ímpetu que le haga marchar hacia el cambio, hacia el éxito. Y para ello necesita recordar su poder, rehacer su unión y su importancia preponderante en la sociedad mediante tendencias políticas que no den de lado sus necesidades, ni por supuesto su lucha.

Ese respaldo revolucionario es precisamente uno de los pilares del Nacionalbolchevismo, un inamovible resorte que hace de nuestra ideología un último bastión contra el cinismo liberal, contra la tiranía de las falsas democracias controladas por los poderes económicos, que precisamente las desarma y las descubre en su alienante proceso de destrucción de la conciencia del pueblo para sus propios intereses. Nuestro movimiento significa la liberación de esas fuerzas opresoras, la llama de la revolución por la justicia histórica de la sociedad del pueblo, contra el tiránico inmovilismo de las sociedades neoliberales europeas. Significa la necesaria base revolucionaria que lucha para superar la sociedad capitalista, para encontrar esa inercia mental que acabe con el error histórico del capitalismo en Europa.

martes, 2 de septiembre de 2008

Introducción al movimiento Nacional Bolchevique

Nacionalismo en pos de la unión, definición y defensa de ciudadanos de un mismo origen, por un estado fuerte como punto capital del movimiento, que canalice todos los aspectos del gobierno y la vida pública de una manera eficaz y justa, luchando contra las disgregaciones individuales y beneficiando y dando el poder público al conjunto, a la mayoría del pueblo. Cambio de una economía equivocada, de valores erróneos, por otra fórmula donde los medios de producción no sean un elemento de explotación, sino un bien público de todos para garantizar un nivel de vida para todos los ciudadanos del país. Lucha contra el imperialismo neoliberal anglosajón y su falso movimiento que beneficia la individualidad en contra del bien de la mayoría...

El movimiento Nacional Bolchevique, pese a nacer hace más de 80 años(en la Europa de entreguerras) es una ideología de plena actualidad, de un gran dinamismo unido a unas enormes posibilidades de desarrollo y crecimiento. Es la unión de dos supuestos antagónicos que se complementan y se funden en unos objetivos y en un modelo común, con diversidad de frentes y variantes. Y decimos supuestos porque se suponen antagónicos dentro de un modelo de pensamiento, en este caso el del neoliberalismo que hoy en día cita las políticas al mundo. Pero la unión es vital en cuanto se trata de acotar a un enemigo bien diferenciado: el individualismo capitalista. Ése es el nexo, ése es el apoyo en el que se articulan todas las acciones y las ideas del Nacional Bolchevismo.

Dentro del mismo se han desarrollado diferentes propuestas básicas en cuanto al modo de ver, hacer y desarrollar políticas en los diferentes ámbitos de la sociedad: estado y su importancia esencial en la vida social del ser humano, las teorías económicas y sociales propias de un modelo más justo y alejado de la visión plutocrática del liberalismo, la importancia de la cultura, la raza y la unión entre semejantes olvidando falsas rencillas burguesas y diferencias equivocadas y recordando los verdaderos aspectos que nos hacen diferentes a otros pueblos, y, por supuesto, la formación de una corriente que aglutine todo ello y logre, mediante la lucha, no sólo demostrar las equivocaciones cometidas en los últimos tiempos, sino superar un modelo económico/social injusto, ilícito y externo para todos los europeos.

Mientras que otras ideologías anti-sistema han fracasado estrepitosamente gracias a la falta de previsión, al error a la hora de dimensionar la estructura liberal y al enfrentamiento directo con tendencias extremas de nacimientos comunes, y se ven superadas en la actualidad por el peso de sus haberes del pasado, el Nacionalbolchevismo surge como la última salida, como la superación de las diferencias, como la ideología que aglutina definitivamente el fuego del cambio, la bandera de la lucha contra el imperialismo anglosajón, de la observación de la auténtica base europea y el renacer de una nueva forma de ver nuestro continente. A continuación explicaremos más detalladamente nuestros principios en los 4 bloques ideológicos básicos: estado, revolución, economía y raza/sociedad.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Hacia un nuevo horizonte

Hoy inauguramos una nueva herramienta de acción en nuestro camino revolucionario, una herramienta de unión, de desarrollo y de divulgación de nuestra lucha. En ella iremos desgranando nuestro programa, nuestra base ideológica y nuestros actos políticos, de manera que podamos aglutinar en ella nuestra visión de la sociedad presente y la construcción de la sociedad futura.

Es, además, un lugar unificador, donde conectar y agrupar la base social de un movimiento en expansión, donde poder compartir opiniones, textos y explicar nuestras tendencias y así lograr que se convierta en la auténtica referencia de la política nacionalbolchevique en nuestro país.

Si crees que la decadencia del neoliberalismo está ahogando la sociedad, si crees que Europa merece un presente y un destino mejor, si consideras que la unión revolucionaria es la base para la creación de un mundo nuevo, mejor y más justo, este es tu movimiento, y esta es tu web. Bienvenido al Frente Nacional Bolchevique.